Coloca la grasa en un bol a temperatura ambiente y déjala descansar por unos 20 minutos para que esté blanda al momento de amasar.
Truco: Puedes agregar un poco del agua de la receta tibia para adelantar el proceso.

En otro recipiente agrega la levadura fresca y el agua tibia, disuelve y reserva.

En un bol más grande, echa la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la grasa y la levadura previamente disuelta en agua tibia.

Una vez todos los ingredientes estén en el bol, amasa todo hasta que te quede una masa suave al tacto y uniforme. Reserva tapada por 30 minutos para que comience a leudar.

Cuando veas que la masa de los bizcochitos de grasa ha doblado su volumen, estará lista para estirarla.

En una mesa apenas enharinada, estira la masa de forma rectangular. Haz un doble simple para que una mitad quede sobre la otra.

Haz un pliegue doble para que queden 3 capas superpuestas. Deja descansar la masa por unos 20 minutos más.

Estira toda la masa hasta que quede de 1,5 cm de grosor. Usa un cortador para cortar los bizcochitos salados, pueden ser redondos o cuadrados dependiendo de cómo te gusten más.
Truco: En caso de no tener un cortador, puedes hacerlo con un cuchillo y darle la forma que desees.

Con el horno precalentado a 180 ºC, coloca los bizcochitos caseros sobre una placa enharinada y pínchalos con un tenedor o palillo.

Hornea los bizcochitos de grasa esponjosos hasta que estén dorados por arriba, aproximadamente unos 20 minutos. ¡Estarán listos para disfrutar calentitos!
