Luz Vanessa, es una mujer costeña que trabaja en Bogotá pero vive en Soacha, población vecina a la capital del país, y quien gasta cuatro horas diarias para ir y volver a su trabajo.
Ella es una de las personas que ve con buenos ojos y optimismo la reducción de la jornada laboral, como una posibilidad real de pasar más tiempo en Familia.
De igual manera Martha, una ascensorista en un edificio próximo a la plaza de Bolívar de Bogotá, recibe con ilusión la disminución de las horas de trabajo, pero advierte que hay que esperar a ver qué piensan y qué hacen los empleadores.
No obstante hay voces contrarias, unas que dicen que la costumbre es trabajar ocho horas diarias y eso no debe cambiar, mientras otros la ven como el patrocinio de la pereza.
Al final todos, los que están de acuerdo y los que no, ven que la más beneficiada es la familia y de rebote la sociedad, porque con menos horas de trabajo y más tiempo para el hogar, la esposa y los hijos, gana la salud mental de los trabajadores.
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Por: 30 Minutos
Autor: Eduardo Lopez Hooker
Fecha de publicación: 2023-01-04 18:18:18
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