LeBron James nunca pensó en este momento hasta que resultó una evidencia que llegaría. «Para mí sigue siendo alucinante. Me he marcado muchos objetivos a lo largo de mi trayectoria, pero nunca había soñado con ello hasta ahora. Es una locura”, aseguraba en los días previos a su hito definitivo. Hoy es ya el máximo anotador de la historia de la NBA, un récord que durante décadas pareció imbatible. Su anterior poseedor, Kareem Abdul-Jabbar, lo mantuvo desde meses antes del momento en que nació, en la pequeña Akron (Ohio, 1984), un chaval llamado a revolucionar los cimientos del baloncesto mundial. A sus 38 años, la estrella de Los Angeles Lakers y máximo referente de la competición en el siglo XXI, ha batido una marca que puede perdurar hasta el final de los tiempos.
“Llevo esta antorcha desde hace más de 38 años. Estoy encantado y aliviado de pasársela al siguiente y meritorio portador”, decía Abdul-Jabbar antes del presenciar el momento más esperado de la temporada 2022-2023. “LeBron se lo ha ganado y espero que la pueda llevar incluso más tiempo que yo”, añadía detallando que no guarda rencor a su sucesor, a pesar de las desavenencias recientes por asuntos como el confuso posicionamiento sobre la vacunación contra la covid-19 de El Rey. “Sé lo que Kareem hizo durante su carrera, y estar en compañía de una fuerza prominente y dominante como él es un honor”, destacaba el ‘6’.