Miguel Cabrera no quiere regalos de despedida durante su última temporada. El venezolano no busca emocionantes ceremonias con rivales de toda la vida ni excompañeros de equipo durante las distintas paradas en el calendario de los Tigres.
“Sería bonito si hacen algo. Y también está bien si no hacen nada”, dijo Cabrera el lunes por la mañana. “Hay personas que siempre quieren estar en medio de todo. No quiero atención. No quiero ninguna distracción para nuestro equipo. Lo que esperamos es salir a ganar juegos.
“No estoy pensando en si me dan algo. Ya me han regalado muchos hits, así que eso es suficiente para mí”.
Pero así Cabrera lo quiera o no, va a recibir mucha atención. La sesión de entrevistas del lunes por la mañana, con los medios amontonados alrededor de su casillero en el Joker Marchant Stadium, fue apenas el inicio.
Poco después de que Cabrera terminara su sesión con los medios, el manager A.J. Hinch habló de él cuando se dirigió al equipo completo antes de su primer entrenamiento formal juntos.
“Lo mencioné en la primera reunión”, dijo Hinch “Eso te dice que no le presté atención a su deseo de que no se hablara de él. Vamos a valorar nuestro tiempo con Miggy. También vamos a dejar que sea un jugador y una pieza que aporte, que simplemente sea él mismo.
“Él no quiere mucha atención. La obtendrá de los fanáticos, de la organización, de sus compañeros de equipo. Es su temporada número 21 en las Grandes Ligas. Creo que debe celebrarse todo lo que les ha dado a los Tigres. Pero debemos dejarlo ser él mismo en el terreno y dejarlo jugar, no solamente recordar los últimos 20 años”.