El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió este lunes la tregua con el denominado Estado Mayor Central, principal grupo de disidentes de la guerrilla FARC. La suspención se dará en las cuatro regiones más conflictivas del país tras el asesinato de cuatro menores indígenas por parte de los rebeldes.
Estas cuatro regiones constituyen un bastión de los guerrilleros en el sur del país, donde se presume que viven sus cabecillas.
Los menores de la comunidad murui habían sido reclutados forzosamente por los rebeldes que se apartaron del pacto de paz que desarmó en 2017.
Fue «un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz. No hay justificación alguna para esta clase de crímenes», añadió Petro.
Liderado por Iván Mordisco, el EMC hace parte de los grupos armados ilegales con los que Petro quiere negociar y acordar el desarme dentro de la llamada política de «Paz Total».
En abril esa facción rebelde se dijo preparada para iniciar las conversaciones en mayo, pero nunca se concretó las instalación de la mesa.
El 31 de diciembre Petro declaró un cese al fuego bilateral con este grupo de disidentes y otras cuatro de las principales estructuras armadas que operan en Colombia.
Sin embargo ya son tres las treguas que se han caído. Con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se negó a cesar las hostilidades pese a tener conversaciones de paz con el gobierno. Y con el cartel del Clan del Golfo, que atacó a la fuerza pública y a la población civil en medio de protestas de mineros de oro ilegales.
«Si el cese al fuego no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de la población, no tiene sentido persistir en ello», dijo Petro.
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